Cusco y el bello tesoro textil que resguarda
Diego Castillo
Periodista
Imagen: Cusqueña
La textilería inca es una de las artes por excelencia del Perú desde tiempos ancestrales, y todo gracias a la riqueza del tejido andino, cuyos diseños guardan significados que nos permiten construir conceptos complejos. Pero en tiempos en los que se cree que este legado artístico está perdido, en Cusco surgió esta iniciativa.
El primer telar hecho a mano en el mundo
Imagen: Cusqueña
Se pensaba que el arte textil se perdía, que no había un mercado para su exportación y que el proceso de fabricación hecha a mano dejaba sin posibilidad de tejer en serie. Todo esto generó que las mujeres dejaran esta actividad por otras más comunes y se creía que este arte desaparecía. Pero con el apoyo de Cusqueña, 50 tejedoras de las comunidades de Lares, (Ccachin, Choquekanchay y Coyan) y Canchis (Chari), crearon primer panel telar para así demostrar que el arte textil cusqueño está más vivo que nunca.
Crearon algo único
Imagen: Cusqueña
Simbolizando la sabiduría milenaria y tradicional del mundo andino, las tejedoras diseñaron una iconografía única. Un panel tejido de más de 16 metros de ancho por siete de alto, en donde se ve el Nañui (que representa la mirada extensa que abarca el infinito y el sentimiento andino de admirar el paisaje) y el PallayPaqarly, que es la rueca (que simboliza a la mujer artesana que desarrolla este arte).
Imagen: Cusqueña
Y ahora también brilla la comunidad
Imagen: Cusqueña
El apoyo no solo permitió fomentar la recuperación de nuestro arte textil. A través de su programa “Prosperar”, ayudó a las tejedoras de Lares a aumentar sus ingresos a través de la confección textil en diversos artículos publicitarios de la marca, que una vez dados a conocer, generarán una gran demanda para ellas. Pero no solo eso. “Prosperar” propone un plan de desarrollo a dos años, en los que las Tejedoras sean capaces de difundir su arte.
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